Las pastillas o tacos de los frenos son una parte esencial de todos y cada uno de los vehículos que circulan por las calles, autopistas o carreteras, ya que son las encargadas de reducir la velocidad o detener totalmente el vehículo, al ejercer fricción sobre la superficie de los discos de freno. Siendo así, entonces la pregunta de rigor que cabe hacernos es: cuando cambiar las pastillas de freno?
En la actualidad, la gran mayoría de los vehículos cuentan con sistemas o sensores de desgaste de las pastillas, los cuales indican por medio de una señal en el tablero que las mismas deben ser reemplazadas. Asimismo, el bajo nivel de líquido o fluido de frenos es otro buen indicativo que la superficie de los tacos de freno está desgastada y requieren un cambio.
La forma más fácil de verificar el estado de las pastillas de freno es haciendo una inspección visual de su grosor. En muchos de los casos, al quitar o desmontar el caucho, se podrá ver el estado de los tacos de freno. Dicha inspección visual suele ocurrir cada seis meses cuando toca la rotación de llantas o cauchos. Son muy pocos los casos en los cuales es necesario quitar las pastillas. Incluso, en la actualidad ciertas pastillas de frenado cuentan con marcas de grosor que ayudan enormemente a examinar su desgaste.
En cualquiera de los caso, al llevar tu Toyota a cualquier concesionario parte de la red, tendrás la garantía que uno de los puntos más importantes que verifican los técnicos a la hora de realizar la inspección rutinaria del mantenimiento, es revisar el estado físico de pastillas y discos. Lo cual representa una gran tranquilidad por la seguridad que implica el perfecto funcionamiento del sistema de frenos.
Adicionalmente, como bien indicamos en uno de los artículos publicados en nuestro blog, existe un estrecha relación entre los hábitos de manejo de los conductores y la durabilidad de los juegos de pastillas. Ya que un conductor que respete los límites de velocidad, procure limpiar los discos de freno para quitar o remover los residuos de partículas, polvo o barro cada vez que lava su carro y mantenga el nilvel de fluido o liga de frenos en optimas condiciones; disfrutará de una mayor durabilidad de las pastillas de freno y, como consecuencia, estará ahorrando dinero.
Por ejemplo, un conductor que circula solamente 10.000 kilómetros anuales por las calles de una ciudad sumamente poblada, como Ciudad de México o Nueva York, seguramente deberá cambiar las pastillas de freno de su vehículo mucho antes que aquel conductor que recorre 20.000 kilómetros en una ciudad cuya topografía es plana, como sería el caso de Nebraska en Estados Unidos de América.
Todo conductor debe estár atento a cualquier sonido proveniente de las ruedas delanteras y traseras, ya que existe la posibilidad que se trate de las pastillas desgastadas o los discos de frenos rayados o en malas condiciones.
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